¡ Qué ilusión mi primer festival!. Llevo varias semanas torturando a los que me rodean anunciando la fiesta. Me acampañará mi esposa. Tengo ganas de que experimente el ambiente que rodea esta experiencia.
Llegamos la tarde del viernes cuando están aterrizando algunos colegas del club después de pasar una hora volando. Esto promete..
El sábado malas noticias el viento entra de sur, justo al contrario de lo que necesitamos... a esperar. Pasa el día y no cambia la cosa. Pasamos el resto del dia visitando Orduña y tomando algo en una terraza.
El domingo no se disuelve la niebla en todo el día. Después de comer hacemos campa Por lo menos probamos el aterrizaje. Se hace tarde volvemos a Madrid. Otra vez será...
domingo, 29 de junio de 2008
miércoles, 4 de junio de 2008
Salida con el club a Somosierra, Martes 3 de Junio
Después del trabajo me acerqué a Somosierra. Hacía un mes que no volaba. Quiero quitar las telarañas de la vela y preparame para el próximo fín de semana en El Tiemblo.
En el despegue está Robin ayudando a los alumnos. Daye se encarga de la furgoneta y del despegue. Poco viento en el despegue, no había sustentación para hacer ladera. Aparece un pequeño torbellino que enloquece y envuelve la manga por un momento. Buen despegue. Intenté agarrar alguna térmica sin éxito. Bajé rápidamente y lejos del aterrizaje. La vela al caer se engancha en una zarza (de las que pinchan), viene Zibo en mi ayuda. Está todo encharcado por las lluvias. Las zapatillas quedan empapadas en este arrozal.
Corriendo para coger el segundo remonte, la furgoneta está donde Cristo perdió el mechero. Llego exhausto y con la lengua fuera. Más viento ahora. Buen despegue. Fácil y sencillo. Intento hacer ladera con más éxito. Doy una cuantas pasadas por encima del bosque, mejor en la linea de comienzo con la pradera. Un cabronazo me sobrevuela y me pongo tan amarillo de envidia como el color de su vela. Buen aterrizaje, esta vez sin enganchones. Saco la vela al camino pero termino metiendo parte de la vela en un charco con barro. ¿Cómo se lava esto?.
Llevo varias horas con los pies mojados y empiezo a estar cansado. Llamo a JJ por si está en casa pasar a saludar. Está. Me cambio en el coche. Es pronto, me bajo a hacer una visita. El pueblo está medio desierto. Están Pili y Martín. Charlamos un rato repasando nuestras vidas y milagros.
Tomamos el café con el Alcalde. Un tio simpatico. Como siempre el parapente toma protagonismo en la charla. Me sale la emoción sin querer.
Vuelta a casa. Por la autopista coincido con el paso de águilas y buitres. Me recuerdan mi nueva pasión por el vuelo. Me gusta observarlas volar. A ver si aprendo algo de ellas.
Vuelvo a casa satisfecho. Una buena jornada. El próximo día mejor.
En el despegue está Robin ayudando a los alumnos. Daye se encarga de la furgoneta y del despegue. Poco viento en el despegue, no había sustentación para hacer ladera. Aparece un pequeño torbellino que enloquece y envuelve la manga por un momento. Buen despegue. Intenté agarrar alguna térmica sin éxito. Bajé rápidamente y lejos del aterrizaje. La vela al caer se engancha en una zarza (de las que pinchan), viene Zibo en mi ayuda. Está todo encharcado por las lluvias. Las zapatillas quedan empapadas en este arrozal.
Corriendo para coger el segundo remonte, la furgoneta está donde Cristo perdió el mechero. Llego exhausto y con la lengua fuera. Más viento ahora. Buen despegue. Fácil y sencillo. Intento hacer ladera con más éxito. Doy una cuantas pasadas por encima del bosque, mejor en la linea de comienzo con la pradera. Un cabronazo me sobrevuela y me pongo tan amarillo de envidia como el color de su vela. Buen aterrizaje, esta vez sin enganchones. Saco la vela al camino pero termino metiendo parte de la vela en un charco con barro. ¿Cómo se lava esto?.
Llevo varias horas con los pies mojados y empiezo a estar cansado. Llamo a JJ por si está en casa pasar a saludar. Está. Me cambio en el coche. Es pronto, me bajo a hacer una visita. El pueblo está medio desierto. Están Pili y Martín. Charlamos un rato repasando nuestras vidas y milagros.
Tomamos el café con el Alcalde. Un tio simpatico. Como siempre el parapente toma protagonismo en la charla. Me sale la emoción sin querer.
Vuelta a casa. Por la autopista coincido con el paso de águilas y buitres. Me recuerdan mi nueva pasión por el vuelo. Me gusta observarlas volar. A ver si aprendo algo de ellas.
Vuelvo a casa satisfecho. Una buena jornada. El próximo día mejor.
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Volando en los Alpes